Mi queridísimo Miguel Hernández

Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.

Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.

Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.

Lo perfecto sería...

Me siento terriblemente egoísta pensando que todo va mal pero teniendo todo el vicio posible a mi alcance. Compañeros sin trabajo, sin posibilidades de un futuro cercano, sin dinero y sufriendo por amores sin sentido. Dos años y medio han bastado para ver que uno no se conoce a si mismo tanto como quisiera o como dice ser, que negar la evidencia y decirlo en voz alta no significa que se confirme, que no vayas a pensar en ello que la gente no te lo vaya a recordar sin darse cuenta. Estás mas que advertido y no porque te lo dijeron, si no porque las palabras salieron de ti como consejo y es que estamos en el tema de siempre, que a veces hay que aplicarse el cuento a uno mismo.
En el fondo sabes lo que hay y lo que no, que no lo quieras ver es tu problema, para cuando te des cuenta verás que perdiste demasiado tiempo llorando por las esquinas y deprimiendote por cosas sin sentido. La cosa es que te apetece estar así, rayándote y pensando en porque no sale todo como tu quieres, en porque tiene que haber kilómetros de distancia cuando todo es tan fácil como decir las cosas a la cara, ser sincera. Ahora vienen realmente los problemas ¿se supone que no vas a poder con ellos? ¿que dices que estás en tu límite? entonces no eres la persona que eras antaño. Siempre transmitiendo esas ganas de vivir aunque sean las 7 de la mañana de un lunes, con esa sensación de naturalidad y de confianza que creas en las personas que hace que aunque no te conozcan de nada puedan hablar de todo y no tener remordiemientos después, la primera a la que quieres llamar porque sabes que se sentirá orgullosa de ti, a la primera que dicen " vámonos de fiesta, que la liamos", a la que siempre dijeron " naciste para esto y deberías saberlo". Que estar contigo sienta tan bien como el café solo largo de los domingos al levantarse.
No tengo ni idea de cómo salir, como superarlo y recuperarme, sólo se que hay más de un vacío dentro que no logro cubrir. Sospecho que son caprichos de una niña que lo ha conseguido todo pero que todavía quiere más. ¿Por que? Soy de las que piensa que cada uno tiene lo que se merece, igual que otros piensan que el de ahí arriba pone a cada uno en su sitio, pero como todo, siempre hay una excepción y en mi caso y en el de alguien más seguro que también. Ojalá encuentre el viaje, la ciudad, el libro y la película que den la vuelta de 180º que necesita mi vida o a lo mejor ninguna de las cuatro cosas. Será sorprendente.



“Me seducen las mentes, me seduce la inteligencia, me seduce una cara y un cuerpo cuando veo a una mente que los mueve y que vale la pena conocer."