lunes, 27 de agosto de 2012

Un año después

Todo un fin de semana en un pequeño paraíso llamado O Pindo en Carnota, recorriendo A Costa da Morte en un AX a punto de finalizar su vida útil, un GPS que nos lleva por carreteras con túneles formados por árboles (Galicia Verde) y la llegada al fin del mundo, Finisterre. La calma que transmitía el mar. 

sábado, 23 de junio de 2012

San Juan valenciano

Con la tontería ha pasado ya un año escolar, que se dice. Si tuviese que quedarme con algo de Valencia supongo que sería con su buen tiempo, la gran suerte de salir a la calle a las 23h y poder ir sin una chaquetita, disfrutar de un helado en una terraza o  pasear, simplemente pasear. No es que en Galicia no se pueda hacer, es solo que la cosa cambia.
Me quedo también con todo lo que he aprendido, lo que he crecido y con el reconocimiento que me han dado. Gracias a eso ahora mismo voy a hacer lo que realmente quiero y eso es algo que no todo el mundo se puede permitir.
El otro día de casualidad me pasaron un enlace sobre la época de la "ruta del bacalao" y viéndolo no podía dejar de pensar en que tampoco ha cambiado tanto la situación, sobre todo por los comentarios que hacen los chicos, la forma de salir y disfrutar. Lo que decían era algo así como que salían para olvidarse de la basura de vida que tienen por la semana y de lo mal que están las cosas en el país. Que casualidad.
Quizá hoy es un buen día para dejar atrás al fin todo lo negativo y empezar con lo positivo. Feliz San Juan.

lunes, 13 de febrero de 2012

A la queridísima Whitney

Hace poco zapeando di con un reportaje sobre Jennifer Hudson y su enorme voz, su gran tragedia y su buena trayectoria profesional. Hoy la veo homenajeando a Whitney Houston en los grammy 2012 y pienso que realmente no había nadie más perfecta que ella para hacerlo.
Desde que empecé el máster ( Educación y rehabilitación en conductas adictivas) no hago más que ver el daño que hacen las drogas en nuestras vidas y las ganas que me dan de seguir luchando por trabajar en este campo.

"Cualquier conducta tomada en exceso puede acabar en adicción"

martes, 18 de octubre de 2011

Me ha faltado tiempo para probar una paella. Si mi madre me oye me quedo sin comida de "mamá" de por vida. La razón, nunca me ha gustado la paella, no sé en que momento empecé a rechazarla pero diría que ha sido un cúmulo de situaciones en mi vida.
La primera, estar mala de la barriga y tener que comer paella y la segunda, y quizás más importante, fue estar incluida en el menú del policlínico privado en el que trabajaba, si es que a eso se le podía llamar paella (mezcla de pollo, champiñones, pimiento y algo de arroz).
La cuestión es que me he ido al restaurante "La mar de Bo" situado en El Perellonet, según hemos saludado ya nos han preguntado si éramos gallegos, confirmando así que si comíamos marisco éste tenía que ser muy bueno, el listón está muy alto.
La foto es de la paella de marisco, muy buena aunque algo apurada. Después pedimos la verdadera paella valenciana de la cual no tengo foto pero puedo decir sus ingredientes y añadir que estaba para chuparse los dedos.

Paella típica valenciana: pollo, conejo, caracoles (en este caso), judías verdes y blancas, romero, pimentón dulce molido, azafrán en hebra, tomate natural, aceite de oliva, sal y agua.

jueves, 6 de octubre de 2011

La vida mediterránea

Después de vivir en dos pisos, un total 6 compañeros de piso, pateadas, calor, calor, gente que grita para decirse las cosas, más calor, naranjas, orchata, ventilador, mercadona, otro mercadona, en frente un mercadona (que sorpresa) y muchísimo calor, puedo decir que ya estoy instalada.


En breves empezaré mi nueva andanza como estudiante en el tema de las conductas adictivas, mientras, me dedico a "turistear" y perderme por las calles de esta ciudad que se me hace inmensa. Si llevase un GPS sería como el de Frank de la Jungla que cuando no va en la dirección correcta dice " me cago en los cojones, we lost again" pero tengo que admitir que me encanta perderme y tener que preguntar por donde tengo que ir.

Menos mal que existe el metro, ese transporte público en donde te encuentras la crème de la crème de las ciudades. He visto a chonis de las de verdad, todo un mundo para mi, pero lo que más me chocó fue ver a un borracho insultando a una mujer china y un hombre ecuatoriano a grito limpio en hora punta y la gente alrededor sin decir nada. A veces es indignante el comportamiento que tenemos pero también es verdad que todo se hace por miedo, porque si a lo mejor dices o haces algo para defender a esas personas eres tu el que se mete en problemas. Según he salido del metro he buscado al guardia de seguridad (no lo encontré).


Algo que me hace mucha gracia es como la gente se queda con mi acento, intenta imitarme y al final se quedan en una mezcla entre el mexicano y español. Excepto para una camarera muy atenta que me ha preguntado de que parte de Argentina soy, lo suyo es el oído, o muy mal hablo yo castellano.

Lo mejor de todo es que para trabajar aquí, hace falta tener un nivel mínimo de valenciano así que, sí, estoy leyendo un libro en valenciano, viendo las noticias en la nou24 y aprendiendo gramática de un libro del Corte Inglés (era el festival del libro). El problema viene cuando sabes castellano y gallego de nacimiento, portugués por tu madre, francés por la escuela de monjas, inglés porque te gusta , e italiano de varios viajes con tus amigas.

Palabras mías que de momento no pierdo: pota, eu, e lo?, carallo, feita/o. Esto es muy duro.


Un beixo

miércoles, 31 de agosto de 2011



El mismo sitio, la misma foto... gente distinta en un año laboral diferente.
24 de septiembre es la fecha.
Valencia el destino.

domingo, 6 de marzo de 2011

Nedjma, La almendra

"¿La felicidad? Es hacer el amor por amor. Es el corazón que amenaza con reventar a fuerza de latir, cuando una mirada inerrable se posa en tu boca, cuando una mano te deja un poco de su sudor en el hueco de la rodilla izquierda. Es la saliva del ser amado que fluye por tu garganta, edulcorada, transparente. Es el cuello que se alarga, se libera de sus nudos y fatigas, deviene el infinito porque una lengua lo recorre en toda su extensión. Es el lóbulo de la oreja que pulsa como un bajo vientre. ES la espalda que delira e inventa sonidos y estremecimientos para decir " te amo". Es la pierna que se levanta, aquiesciente, las bragas que caen como una hoja en otoño, inútiles y molestas. Es una mano que se adentra en el bosque de los cabellos, despierta las raíces y las riega, pródiga, con su ternura.
Es el terror de tener que abrirse y la increíble fuerza de ofrecerse, cuando todo el mundo constituye un pretexto para llorar.
La felicidad era él. Era yo.
El resto sólo eran fosas comunes y vertederos."